Todos nos hemos visto enfrentados a situaciones de miedo intenso. Es común en consulta que los pacientes lleguen comentando que sufrieron una crisis de pánico, pero en muchas ocasiones lo que describen no corresponde a lo que realmente ocurre en las las crisis de ansiedad.
¿Cómo podemos reconocer una crisis de pánico? ¿que la diferencia de otras sensaciones que a veces solemos sentir en nuestro cuerpo? ¿Cuáles son los síntomas que experimenta una persona que está teniendo una crisis de ansiedad?
Para realizar el diagnóstico de crisis de ansiedad o también llamados ataques de pánico, se suele utilizar los criterios diagnóstico del manual estadísticos de Desordenes Psiquiátricos, más conocido como DSM. En su última versión, esto es el DSM V, los ataques de pánico son definidos como la aparición súbita de miedo o de malestar intenso que alcanza su máxima expresión en minutos y durante este tiempo se experimentan 4 o más de los siguientes síntomas:
1) Palpitaciones o elevación de la frecuencia cardíaca
2) Sudoración
3) Temblores o sacudidas
4) Sensación de ahogo o Falta de aire
5) Sensación de atragantarse
6) Opresión o Malestar torácico
7) Náuseas o molestias abdominales
8) Inestabilidad, Mareos o desmayo
9) Desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (estar separado de uno mismo)
10) Parestesias
11) Escalofríos o sofocaciones
12) Miedo a morir
13) Miedo a perder el control o volverse loco
¿Siente usted 4 o más de estos síntomas? Si su respuesta es sí, pudiese ser que usted esté experimentando un ataque de pánico, pero aún no podemos estar seguros. Permítame ayudarle a saber con certeza si usted está o no sintiendo una crisis de ansiedad. No basta con experimentar simplemente 4 o más síntomas. La experiencia clínica demuestra que para hablar de crisis de pánico usted debe al menos experimentar uno de los síntomas cognitivos descritos en el listado (Nº 12 y 13). Cuando hablamos de síntomas cognitivos nos referimos a los síntomas relacionados con el pensamiento, en este caso el miedo a morir y el miedo a perder el control o volverse loco(a).
Considere el siguiente ejemplo. Un futbolista que ha disputado un partido intenso durante 90 minutos, muy probablemente experimente una notable elevación de la frecuencia cardíaca, sudoración, y si ha extremado sus esfuerzos físicos, podría llegar a sentirse mareado y con nauseas, tal como ha ocurrido en ocasiones con distintos deportistas que se han sobreexigido en la cancha. Por tanto, estarían experimentando en ese momento 4 de los síntomas listados por el DMS. Ahora le hago una pregunta ¿Quiere decir que ellos han experimentado una crisis de pánico? No necesariamente. Experimentar 4 o más síntomas físicos como los que aparecen en el listado que enumera el DSM V, no es concluyente para diagnosticar crisis de pánico. Para poder decir que una persona está experimentando una crisis de pánico, debe sentir, algunas (o todas) las sensaciones físicas descritas, acompañadas al menos de uno de estos síntomas: miedo a morir, sensación de estar perdiendo el control o estar volviéndose loca. Si esto no existe en el paciente, entonces es muy probable que lo que le está ocurriendo sea otra cosa y no un ataque de pánico.
Cuando los síntomas físicos se acompañan de alguno de los síntomas cognitivos mencionados en el párrafo anterior, ya podemos pensar en que lo que la persona ha experimentado es una crisis de pánico. No obstante, siempre es conveniente descartar problemas de salud física, tales como problemas cardíacos, vértigo, hipertiroidismo, etc., los cuales pueden producir síntomas similares a los que se presentan en las crisis de ansiedad.
Los ataques de pánico son problemas recurrentes en los distintos problemas ansiosos y se pueden presentar en diversas situaciones. Sin embargo, hay algunas personas que pueden desarrollar lo que se llama "Trastorno de pánico" el cual describiremos en un próximo artículo.